La comprensión humana no es
simple luz sino que recibe infusión
de la voluntad y los efectos:
de donde proceden ciencias que
pueden llamarse “ciencias a discreción”.
Porque el hombre cree con más
disposición lo que preferiría
que fuera cierto. En consecuencia
rechaza cosas difíciles por impaciencia
en la investigación; silencia cosas,
porque reducen las esperanzas;
lo más profundo de la naturaleza,
por superstición; la luz de la experiencia,
por arrogancia y orgullo; cosas
no creídas comúnmente, por deferencia
a la opinión del vulgo. Son pues
innumerables los caminos, y a veces
imperceptibles, en que los afectos
colorean e infectan la comprensión.
Francis Bacon
Navum Organon (1620)
simple luz sino que recibe infusión
de la voluntad y los efectos:
de donde proceden ciencias que
pueden llamarse “ciencias a discreción”.
Porque el hombre cree con más
disposición lo que preferiría
que fuera cierto. En consecuencia
rechaza cosas difíciles por impaciencia
en la investigación; silencia cosas,
porque reducen las esperanzas;
lo más profundo de la naturaleza,
por superstición; la luz de la experiencia,
por arrogancia y orgullo; cosas
no creídas comúnmente, por deferencia
a la opinión del vulgo. Son pues
innumerables los caminos, y a veces
imperceptibles, en que los afectos
colorean e infectan la comprensión.
Francis Bacon
Navum Organon (1620)
Casi 400 años después, tienen plena vigencia las palabras de Bacon. (Barracuda)
ResponderEliminarJoder, sí. Pero es como un gran dilema... Por un lado pensar que hay esperanza porque la humanidad da, de vez en cuando, grandes genios como Bacon; y por otro, las más absoluta decepción al ver que las personas siguen cometiendo los mismos errores tras 400 años de ensayo.
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