Esta decisión se había inspirado en el modelo de redes ecológicas que empezó a tomar forma en la década de 1980 y ha ido evolucionando hasta nuestros días. Los principales objetivos de este modelo son 1) el mantenimiento de las funciones de los ecosistemas como medio para la conservación de las especies y sus hábitats, y 2) promover el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales con el fin de reducir el impacto de las actividades humanas en las biodiversidad y/o incrementar el valor de la biodiversidad en las zonas explotadas.
Según el modelo, este sistema de redes ecológicas ha de disponer de una serie de componentes congruentemente repartidos en función del valor ecológico de las zonas y de su potencial en recursos naturales. Resumo brevemente los elementos que han de incluir:
ÁREAS NUCLEO, que serían aquellas zonas donde la conservación de la biodiversidad es el objetivo prioritario, incluso si carecen de figuras de protección legales.
CORREDORES, permiten mantener la conectividad ecológica a través de “pasillos” físicos entre las áreas núcleo. Lo corredores facilitan por ejemplo, movimientos dispersivos juveniles, migraciones estaciónales o el intercambio genético entre poblaciones locales.
ÁREAS BUFFER, son áreas de transición donde se permitirían aprovechamientos tradicionales compatibles y cuya finalidad es proteger la red de influencias externas dañinas.
ÁREAS SOSTENIBLES, donde quedarían embebidos el resto de componentes y que se caracterizaría por un paisaje en mosaico para el uso sostenible de los recursos y que mantuviera los servicios de los ecosistemas.
Siendo concientes de la necesidad de disponer de un sistema de conservación global de la biodiversidad operativo y capaz de reconciliarse con el aprovechamiento de los recursos naturales, la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica publicó en 2006 un manual titulado Review of Experience with Ecological Networks, Corridors and Buffer Zones de la CBD Technical Series No. 23 para abordar el tema en profundidad. En el documento se lleva a cabo una amplia revisión de los proyectos de redes ecológicas desarrollados en distintas partes del mundo -incluido Alnazcoyar- y de los elementos a considerar para su implantación. Al mismo tiempo pretende ser un elemento de apoyo técnico para gestores de áreas protegidas, políticas gubernamentales, ONGs u otros colectivos interesados.
El informe puede descargarse AQUÍ o en la página del Convenio sobre la Diversidad Biólogica.
muy bueno, gracias!
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