Hoy es un día muy especial, aunque solo sea por la carga simbólica que lleva implícito. Celebramos el Día Mundial de la Tierra. Una fecha, la del 22 de abril, que se estableció hace ya más de tres décadas y cuyo objetivo ha sido, y es, sensibilizar a la población de la apremiante necesidad de proteger el planeta en el que vivimos. A pesar de que se han producido importantes cambios en la mentalidad de las personas, los intentos reales por minimizar las agresiones a nuestro entorno han sido tímidos; gracias, en buena medida, a la miopía de los políticos y a los potentísimos intereses económicos existentes detrás de las fuentes de energía más contaminantes. Que la Tierra está sufriendo cambios por nuestras actividades y que lo hace a un ritmo sin precedentes desde que la evolución dio forma a nuestra especie es un hecho irrefutable. Pero también los es que, por primera vez en nuestra historia, hemos detectado el problema con cierta anterioridad y que poseemos los medios tecnológicos y el conocimiento científico suficiente para empezar a ponerle freno. Los sistemas democráticos menos imperfectos -la gran mayoría presentes en los Estados más contaminantes- nos permiten, hasta cierto punto, poder decidir cual será la actitud del país en el que vivimos respecto al aprovechamiento de los recursos naturales del planeta. Usemos esa capacidad para obligar a nuestros gobernantes a cambiar las políticas energéticas y en el, por lo que parece, más que probable caso de que hagan oidos sordos, castigarles y privarles del poder que tanto desean. En nuestras manos está la capacidad de decidir que tipo de herencia dejaremos a nuestros hijos y nietos.
Para terminar me gustaría incluir unos gráficos obtenidos del Earth Observatoty de la NASA donde se muestra cuales son las consecuencias de nuestro actual modelo de desarrollo.
Para profundizar en el tema:
Journal of Climate vol 7(6). 1994. Improved global sea surface temperature analyses using optimum interpolation. PDF.
Journal of Geophysic Research, 104. 1999. GISS Analisys of Surface Temperature Change. PDF.
Web de Una verdad Incomoda: www.climatecrisis.net
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