18/12/14

MANEJO DE CAUCES. MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS ARTRÓPODOS





INTRODUCCIÓN

Las tasas de extinción de insectos para los próximos 30 años prevén la desaparición de 450 especies por día, o lo que es lo mismo una cada tres minutos. La gran mayoría de estas especies habitan medios bien conservados y por tanto son incapaces de sobrevivir en medios degradados y de poca calidad. Su desaparición es una pequeña luz de alarma que nos indica que algo va mal en nuestro Planeta. En el caso de las especies de odonatos extremeñas catalogadas como amenazadas por la legislación, su vinculación a zonas de cabecera y tramos medios de nuestros ríos las convierten en unos excelentes bioindicadores de la calidad de nuestras aguas. Donde ellas están presentes, podemos hablar de aguas con pocos o ningún problema de contaminación. Su conservación en este sentido no debe entenderse como la conservación de una especie más de insecto, sino como la conservación de la calidad de nuestras aguas, un recurso cada día más valioso. A continuación se detallan las causas más importantes de regresión y/o desaparición de estas especies en las aguas extremeñas:

PRINCIPIOS DE MANEJO PARA CONSERVACIÓN DE HÁBITATS ACUÁTICOS PARA ODONATOS

A) General

Evitar, si es posible, la intervención, salvo para la mitigación de antiguos impactos de origen antrópico.

Manejar la vegetación riparia más alejada del cauce tanto para proveer áreas de alimentación y refugio para adultos, como para garantizar corredores que faciliten la conexión entre hábitats.

Si fuera necesario, se instalarán barreras para evitar el acceso del ganado a zonas de vegetación marginal.

Mantener una alta diversidad de macrófitos autóctonos, dentro y junto a las masas de agua.

B) Biotopos Lóticos

En las limpiezas de sedimentos y vegetación invasora alternar sectores en varios años y eliminar el material extraído de los márgenes del agua.

Mantener las secciones de arroyos y canales con su integridad biológica, dejando como refugios para la recolonización elementos estructurales que sirvan como elementos esenciales del hábitat (p.e. macrófitos, raíces, cantos rodados).

Construir los canales, al menos en algunos tramos, heterogéneos estructuralmente, evitando márgenes rectos o una corriente regular.

Mantener los arroyos y canales libres de árboles y matorral en algunos tramos, especialmente en aquellos donde la corriente de agua es claramente visible desde arriba y recibe la luz directa del sol.

Si es posible, reconectar antiguos lechos de río con cursos de agua existentes e incluir dentro del área manejada del biotopo la zona aluvial sujeta a inundación.

Utilizar pequeños encharcamientos como hábitat para especies estenotópicas.

C) Biotopos Lénticos
 
Si es posible, elevar el nivel freático para incrementar el número y tamaño de masas de agua.

Cuando se regeneren charcas, se elegirán partes que no se modificarán para que puedan servir de refugio a partir de los cuales se recolonizarán las partes modificadas.

Cuando se elimine vegetación indeseable, se harán cambios estructurales necesarios al mismo tiempo, en la masa de agua y su entorno inmediato.

Cuando un conjunto de charcas o lagunas sea afectado, el manejo sobre ellas debe permitir siempre la coexistencia de varios estados de la sucesión ecológica (modelo rotacional).  


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